LA ANGUSTIA Y EL SINTOMA (3ra. clase del IOM)

Instituto Oscar Masotta
Delegación Posadas
Seminario clínico: Inhibición, Síntoma y Angustia.
En el desarrollo freudiano sobre el síntoma, Marcela Romero distingue un primer momento en el cual predomina el dualismo, y luego, a partir de 1920 aparecen tres términos, esto sería el segundo momento. Lacan señala que la tríada freudiana Inhibición, síntoma y angustia se correlaciona con lo real, lo simbólico y lo imaginario en su teoría.
En la conferencia 23 Freud articula la vía del sentido, y la de la sexualidad infantil. Señala Marcela Romero que sobre esta articulación Lacan desarrolla las nociones de goce, satisfacción y objeto a.
La docente invitada puntúa los rodeos de la libido en la formación de síntomas siguiendo la conferencia 23. Freud encuentra la fantasía y más allá de ellas un punto de fijación que es real. Es decir que si la libido regresa es porque algo la atrae, el trauma, que es el punto de real. El último rodeo de la libido es del síntoma al fantasma. Fantasma es un concepto lacaniano, la posición del sujeto frente al objeto a, al trauma original. Esa es la dinámica que propone Lacan, tratar de ver el punto de goce en el síntoma.
Al referirse a la satisfacción libidinal en el síntoma, señala que se trata de una satisfacción que no se confunde con el placer, esto permite entrever en la teoría Freudiana, el concepto lacaniano de goce, la formula del goce es libido + pulsión de muerte + displacer.
A estos fines elabora el esquema Lamda donde plantea un cruce entre lo imaginario y lo simbólico. Este esquema es el paso previo al grafo del deseo, donde ubica un piso del significante y uno de la pulsión, de este modo articula las dos vías que plantea Freud: la palabra, el sentido y lo pulsional.
Hay entonces, un desplazamiento de Freud a Lacan de la clínica centrada en el conflicto (entre el yo y el ello, el síntoma como solución de compromiso) hacia una unificación con la triada de los registros, ir más allá, es decir apuntar a ver que hay de real en juego en el síntoma.
Explica la docente que ver lo real en el síntoma lleva Lacan hacia lo que llama el sinsentido del síntoma; ya que aunque Freud al inicio habla del sentido de los síntomas a lo largo de su teoría comienza a desarticularse esa noción cuando habla de la libido atrapada en el síntoma.
- Inhibición, síntoma y angustia
Freud se refiere a la inhibición como limitación funcional del yo. La inhibición, indica que la función en cuestión está erotizada, y eso genera angustia, es decir que la pulsión invadió esta función de tal manera que el yo ,mostrado aquí como débil, no puede tramitar esa pulsión, al dejarla el yo no siente la angustia. Al interrogar esa impotencia se puede ver que el deseo está en juego en la inhibición.
Luego pasa de la concepción del yo débil, a un yo potente. El síntoma traduce los avances del yo sobre la pulsión, dado que para Freud el síntoma impide la satisfacción pulsional. Señala Romero que se puede ver como Freud se dirige hacia lo pulsional y va dejando de lado lo significante del síntoma.
Lacan alude a este texto para comenzar su clínica borromeana en el seminario 10, porque Freud se ocupa más de la libido en términos económicos y no tanto en términos semánticos.
Refiriéndose al síntoma fóbico, Marcela Romeo sitúa una particularidad de las fobias en la actualidad: la indiferenciación de los objetos fóbicos en las claustrofobias y agorafobias que están relacionadas al espacio y la locomoción. Opina que esto puede suceder como efecto de la globalización de la comunicación que plantea nuevas dimensiones de tiempo y espacio. Las filosofías actuales de exitismo y felicidad piden el refuerzo del yo, y aquí reside el punto para poder pensar los síntomas actuales.
En cuanto a la concepción del objeto en Freud y en Lacan, Romero explica que para Freud en el origen de la situación traumática hay una perdida de objeto, la rememoración de esta perdida primaria produce angustia. Lo que angustia para Lacan es la falta de falta, la ausencia esta. Esto se entiende teniendo en cuenta que Lacan define al sujeto con una falta estructural, esa falta es un agujero que produce algo, esto es el deseo del sujeto, la subjetividad. Que algo ocupe el lugar de la falta, produce la angustia.
Freud plantea tres objetos: 1- objeto externo; es el objeto de la percepción (objet) 2- objeto de la fantasía que es interno (die sache) 3- objeto que surge de la diferencia de los otros dos (das ding) resto que queda entre el objeto de la realidad y el de la fantasía. Este último es el objeto perdido, es un elemento de cuantum pulsional que no corresponde a una representación., esto es, en Lacan, lo real.
La primera experiencia de satisfacción, la correspondencia entre la demanda y la satisfacción, produce el das ding, objeto perdido. Este das ding, que es la prefiguración del objeto a, es un menos porque es un agujero, pero es un mas porque inaugura el inconsciente, deja una huella, en términos de Freud, y produce la liberación de la libido.
Marcela Romero señala que para Lacan el objeto a es, en primer término, objeto causa de deseo dado que porque existe la falta, es que existe el deseo y lo que lo causa es el objeto a. Cuando algo de la pulsión, tapa la falta, se produce la angustia. Razón por la cual la angustia para el psicoanálisis a diferencia de las otras corrientes, es una herramienta ya que orienta hacia el deseo.
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